Uno de los sistemas más utilizados en la jardinería es el riego por aspersión. Estos sistemas automáticos son planeados en realidad para abastecer con agua a las plantas de nuestro huerto o jardín, mediante distintas técnicas como goteo o la misma aspersión.

Lo primordial es hacer una planificación del riego del área a tratar. Entre las opciones que tenemos a elegir está utilizando una manguera, riego superficial, (surcos) o los sistemas de riego automático. Lo básico es conocer el dispositivo programador que va conectado a la toma de agua, lo cual permite administrar la duración de los riegos.  

Algunos de los métodos de riego automático son: el goteo, riego por aspersión o microaspersión, cinta exudante, etc. En el caso de los huertos podemos elegir uno o la combinación de varios con el riego manual o de manguera.  

Sus principales ventajas son:

  • Se riega zonas grandes en poco tiempo y esfuerzo
  • Es ideal para césped de porte bajo
  • En el caso de contar con equipo adecuado o programador, se evita estar al pendiente de cuando regar debido a que se hará de manera automática
  • El agua aplicada con aspersión crea una cortina que arrastra el polvo y la suciedad de las hojas, además controla las plagas
  • El riego automático se adapta a cualquier terreno